Ayer vi un documental sobre China en el canal Management TV y llamaron mi atención las afirmaciones de algunos dirigentes de Medio Oriente, quienes señalaron que el mundo no sobreviviría sin los productos provenientes de China.
Ello me llevó a preguntarme ¿por qué no aprendemos de las experiencias exitosas de los chinos? Tal vez suene un tanto quimérico pero en lugar de buscar fórmulas para bloquear el ingreso de mercancías de ese país, podríamos ser más selectivos e importar más bienes de capital o intermedios para darles un valor agregado. Por qué no implementar una política ingeniosa para atraer a aquellas empresas que migraron de México a otros países y recuperamos los miles de empleos que se perdieron.
Pienso que cada mexicano tiene elementos valiosos que aportar para alcanzar el progreso que merecemos. Esa es una de las razones que me impulsaron a desarrollar una investigación -desde la óptica de la Ingeniería en Imagen Pública- para ayudar a los ejecutivos mexicanos a ser bien percibidos por los chinos. Lo que propongo (en un documento de más de cien páginas) es una estrategia de comunicación para negociar en China sustentada en la imagen profesional.
Los países que están en China nos llevan más de dos décadas de experiencia. ¿Por qué no subirnos al tren de China? ¿Por qué seguir postergando el progreso que los mexicanos merecemos?
– Rocío Campuzano