¿Cuántas veces no te has preguntado qué porción de pan es la tuya? ¿Alguna vez te has robado la del invitado de al lado? Quiero decirte que ese simple detalle puede hacerte quedar mal.
El pan se coloca a la izquierda del plato, lo que responde a un planteamiento lógico. El pan se corta con la mano derecha y se sujeta con la izquierda. Cada día es más común que el pan se sirva cortado en cestas o bandejas que se sitúan en el centro de la mesa.
Si en alguna casa colocan el pan a la derecha, no te alarmes, lo que tienes que hacer es fíjarte en el resto de platos y averiguarás en unos segundos cuál es tu pan.
La verdad es que resulta bastante violento verse en la situación de tener que pedir disculpas por quitarle el pan al compañero, y más si resulta que la persona que tienes a tu derecha o a tu izquierda no es alguien de tu confianza.
En caso de que el pan se sirva en una cesta común a un número reducido de invitados, procura no tocar una y otra ración antes de elegir. A nadie le hará gracia comer el pan que has manoseado.
Si tienes dificultades para pinchar la comida con el tenedor, puedes hacer uso del pan para acercar la comida al tenedor. Hay que tener en cuenta que en determinados países no acostumbran acompañar a las comidas con pan, y si tú eres invitado a comer en algún restaurante típico de estos países deberás adaptarte a la norma.