En un viaje a Toronto una elegante y esbelta abogada nos invitó a cenar a un restaurante italiano. Al final de la cena sentí remordimiento por haber ingerido más calorías de lo usual. Ella me recomendó tomar un té caliente o cualquier bebida caliente después de los alimentos para facilitar la digestión y no ganar libras. ¿Qué tal si lo ponemos en practica?