¿Por qué nos interesan tanto los rostros? Nos interesan porque nos dan mucha información sobre las personas, indican de qué raza venimos, nuestro estado de salud, género, edad y estado de ánimo. Los rostros también nos producen emociones, unos nos resultan agradables y al verlos nuestro cuerpo se relaja y experimenta una sensación de agrado; en cambio con otros se pone en alerta y tenso. Las caras tienen un gran impacto en la formación de impresiones y, por ende, en la imagen que dejamos en las personas.

¿Qué puede hacer un consultor en Imagen Pública (CIP) para que tu rostro sea tu mejor carta de presentación? Un CIP puede ayudarte a realzar tus rasgos positivos y enseñarte a camuflar aquellos que no son favorables; para ello hacemos un análisis del rostro (carametría y caramorfología) con la finalidad de hacer recomendaciones específicas, pues no hay dos rostros iguales, éstas tienen que ver con el corte del cabello, el  largo de la patilla, el uso o no de bigote y barba, los lentes más adecuados con tu forma de cara y estilo.

Estudios demuestran que un rostro agradable importa más de lo que creemos, los científicos han descubierto que hay reglas universales de belleza, la naturaleza –por ejemplo- crece en patrones de 1 a 1.6818.