UBER es una organización que ofrece empleo a personas que quieren ganar dinero usando su auto como taxi. Pues bien, todas las personas que ofrecen sus servicios por Internet se ven en la necesidad de cuidar más que nunca su reputación debido a que los usuarios los califican y dependiendo de su evaluación van ganando prestigio y, por ende, más clientes y dinero.

Ayer hubo demostraciones de protesta contra los servicios de UBER en la Ciudad de México, los manifestantes bloquearon calles y la gente no pudo llegar a tiempo a su trabajo y citas; en respuesta Uber ofreció servicio gratuito durante todo el día. ¿Quiénes ganaron la buena voluntad de los ciudadanos? La reacción de Uber provocó la simpatía de una buena parte de la gente debido a que está fincando su reputación en valores de siempre como la cortesía, la honradez, la limpieza, la puntualidad y la calidad, entre otros. La magia y el secreto detrás de los mercados de consumo de colaboración es el poder para construir confianza entre los desconocidos y es precisamente la reputación la que está transformando la forma de relacionarnos.

Antes nuestra reputación era conocida solamente por nuestra familia, amistades, compañeros de trabajo y vecinos; hoy lo que hacemos, decimos y publicamos en las redes sociales puede llegar a los lugares más insospechados. Vivimos en la economía de los intangibles y la reputación es el activo de mayor valor para muchas compañías como UBER.

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