La gestión de la imagen acarrea incalculables beneficios emocionales, físicos, sociales; puede ayudarnos a conseguir una mejor posición en el trabajo y escalar otros niveles de desarrollo social y profesional.
Cuando somos bien percibidos el riesgo de ser rechazado disminuye sustancialmente, así que una imagen positiva permitirá a quien la ostenta sentir seguridad que provocará confianza y generará credibilidad. Una imagen bien gestionada genera:
- Valor
- Estatus
- Credibilidad
- Dividendos
- Influencia
- Ambientes favorables
- Acuerdos
- Preferencias
- Mensajes positivos
- Seguridad
- Eficacia
- Relaciones
- Atracción
- Impacto
Estos son sólo algunos de los beneficios que puede alcanzar quien decide hacer de su imagen el recurso más valioso para lograr sus metas.
Parece que me he perdido algunos artículos tuyos, siempre tan sustanciosos.