¿La eternidad es una prisión de la que es imposible salir? Hace unos días visité la librería Gandhi, estaba mirando algunos libros y se acercó un joven para ofrecerme ayuda, platicamos brevemente y luego me sugirió con gran entusiasmo un libro cuyo título me pareció atractivo: “La eternidad no tiene futuro”, fue un acierto adquirirlo, enseguida me atrapó, la novela plantea de manera deleitable cuestiones como: ¿La finalidad de la vida es preparar la propia muerte? ¿La muerte es un final absoluto y un camino inevitable hacia el olvido? ¿En qué momento arribará la muerte y todo lo conocido se desvanecerá para siempre y sin boleto de retorno? ¿La eternidad tiene sentido?
En medio de una trama que tiene como aderezo el amor plantea un reto intelectual, desafía la lógica de la muerte y el sentido o la falta de sentido que tendría estar vegetando por siempre en el Cielo.
Enrique Berruga, el autor, cuestiona si en realidad la eternidad es un premio, un estado ideal de la conciencia, un juego o una agobiada esperanza. En la eternidad el tiempo no gravita, es una dimensión que no trasciende porque suprime los límites del presente, el pasado y el futuro. Muchos han tratado de explicar la muerte; sin embargo, llegado el momento sólo somos espectadores, pues la muerte y la vida son experiencias intransferibles.
Porque una buena imagen también la integra lo que leemos, hacemos y decimos, los invito a deleitarse con esta maravillosa novela y a explorar la encrucijada de la eternidad de manera divertida y espléndidamente narrada.